Concierto en Caracas

Un concierto para conmemorar a las víctimas del Holocausto

El argentino Luis Gorelik dirigirá a la Sinfónica de Venezuela.

El músico argentino vino por primera vez al país para estrenar obras de compositores que fueron víctimas del régimen nazi (Cortesía)

DANIEL FERMÍN |  EL UNIVERSAL
miércoles 30 de enero de 2013  12:00 AM

La Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV) conmemorará a las víctimas del Holocausto. El domingo, a las 11:30 am en el Teatro de Chacao, la agrupación caraqueña ofrecerá un concierto para recordar el día en que el ejército soviético liberó a los cautivos del campo de exterminio de Auschwitz (fue el 27 de enero de 1945).

El argentino Luis Gorelik (La Plata, 1963) estará al frente del evento -gratuito- que organiza el Espacio Anna Frank. El programa incluye el estreno en el país de obras de compositores que sufrieron el régimen nazi: la Sinfonía No. 3 de Erwin Schulhoff (1894-1942), La Fanfarria del Rey de Andre Hajdu (1932) y laSuite Polaca de Simón Laks (1901-1983). Como para difundir un repertorio que se conoce poco en la región.

Al músico sureño le atrajo el fondo de cada uno de los temas. «El hecho de que haya un grupo de compositores que sufrió en carne propia el Holocausto, que nos hayan dejado algunas obras, significa que es un mensaje de vida por sobre todas las cosas. Creo que es importante que se escuche esa música, que hubo artistas que sufrieron en primera persona esas humillaciones. Es un mensaje para que esas situaciones no se repitan en ningún lugar del mundo», dijo Gorelik, que está por primera vez en suelo venezolano.

El actual director de la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos tuvo ayer un primer ensayo con los músicos capitalinos. «Es una orquesta sinfónica que tiene un excelente nivel, de mucha historia, que está ligada a la vida musical de Latinoamérica, que ha sido dirigida por importantes directores internacionales», agregó el conductor, que tendrá como solistas a los clarinetistas Eleonora Troncone y Mark Friedman.

Gorelik lo repite una y otra vez en las entrevistas: la música debería ser un servicio hacia la comunidad, sin importar que dependa o no del gobierno. «La comunidad es la gente mediante todas sus manifestaciones, también del Estado. Porque en un país democrático el Estado es el representante de esa comunidad. Necesariamente toda actividad humana es política, pero hay que tener en cuenta que las actividades culturales poseen un caudal de transversalidad mucho mayor que cualquier otra actividad que pueda realizar el Estado. El consenso que genera un evento cultural suele ser unánime: ahí no hay oficialistas ni opositores, hay comunidad que recibe buen arte».

Que la música une, dicen, en vez de separar a los pueblos. «Un buen servicio público es para todos, debe ir más allá de la polarización o del tiempo. Te pongo un ejemplo: la sinfónica que dirijo fue creada en un país dividido, durante el período de Perón en 1948. Pero la historia continuó su discurso y la orquesta aún está. Una iniciativa cultural debe ser pensada para muchos años, no para ganarse algún voto», agregó el director, que ha trabajado en más de 40 países.

El concierto del domingo tiene el sentido de exaltar la sensibilidad como valor esencial de la condición humana. «Nietzsche decía que el sentimiento de injusticia está incrustado en el alma de las víctimas. Lo que necesitamos no son nuevas acciones violentas, sino un cambio de sentimientos, de manera que se fortalezca nuestro espíritu de justicia y se debilite el de violencia. Yo me adhiero a esas palabras, por eso el homenaje con música», concluyó Luis Gorelik. El arte como alimento del alma.